
Ya no eres una letra en mi ventana, ni un te quiero escrito en la palma de mi mano. Ya no hay recuerdos de la persona. Pero hay recuerdos de lo sentido, de lo vivido, de lo disfrutado... recuerdos de que una vez fui parte de algo... de alguien.
No me importa seguir viviendo sin la persona, pero seguir viviendo sin lo sentido es morir por dentro.
Ya no eres una voz que recuerde, ni unos labios que suavicen la noche. Ya no hay un golpe en la mesa para decir "que aproveches". Pero hay silencios llenos de ruido, de lágrimas, de verdades, de esperanzas, de miedos... silencio de que una vez fui parte de algo... de alguien.
No me importa seguir viviendo sin la persona, pero seguír viviendo sin sentir es no respirar.
Cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada año... cada vida que pasa me pregunto si no llegara un momento en el que diga "BASTA" y deje de sentir, de saborear los pequeñs detalles... pero recapacito y se que he nacido para amar... y me alegro por ello pues moriré amando.
 
 

