viernes, 23 de abril de 2010

No tengo porque ser efímero

No hay palabras sin aliento ni vida sin sufrimiento. No hay quien vomite las mañanas de recuerdos ni de resacas de olvidos. No hay aleluyas pequeños ni rezos sin sentidos. No hay un segundo sin un minuto ni una eternidad sin alivios. No hay suspiros de agua sin tiernas puñaladas ni estúpidos héroes cobardes.

NO HAY... NO HAY... NO HAY... NO HAY... NO HAY... NO HAY... NO HAY... NO HAY...

Acordes prohibidos

Tocabas mi cuerpo como quien toca acordes prohibidos con pasión y suavidad, con intensión y con fuerza.

Labios partidos por silencio llenos de vida y piel de gallina provocados por incipientes lametones de realidades opacas.
Sudor de tintas y verdades de conocimientos y miedos. Lágrimas no cuajadas y miradas perdidas en un momento de miles de momentos.
Besos furtivos de sabor a sangre y dientes que se hunden en la piel suave y tersa de los dos. Un hola, un adiós, un tal vez, un ¿por qué?, un aleluya y el respirar bajo el agua de las palabras ya no vacías.
Sin dañar, sin sufrir, con reír y sonreír, horas tras nosotros y con nosotros... y deseo de otro momento, otro minuto, otro suspiro y otra charla sin sentido pero llena de vida...

Tocabas mi cuerpo con acordes prohibidos de tu violín oscuro y seguro, de tu violín ligero y pesado, de tu violín asustado y frágil...

miércoles, 21 de abril de 2010

Del pintor que hace sonar los violines

Moriría por un beso perdido de tus labios, por una caricia suave de tus manos o por el simple suspiro de sentir como mis brazos te rodean y te abraza.
Moriría por una mirada de esas tan lindas que tienes y por sentir tu cuerpo junto al mio.
(para ti por ti)