¿Dónde deje mi tiempo, dónde deje mis sueños?
En alguna parte del camino, entre los huecos del bolsillo se me escaparon las esperanzas y los deseos. Seguí caminando por costumbre, por inercia. Y ahora cuando he llegado a mi destino me doy cuenta que no llevo nada conmigo. Mis bolsillos están vacíos y el camino ha sido largo.
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